La obra narra la historia de su protagonista Félix desde el año 1869, cuando sus padres contraen matrimonio en el pueblo de Tijarafe en la isla de La Palma.
Describe las vivencias de joven ayudando a sus padres en las tareas del campo y da a conocer una serie de costumbres de la época, la mayoría olvidadas, por las generaciones actuales, tales como las gallofas para ayudar los trabajos del campo, la trilla, la recogida de tunos y su puesta al sol, las historias de brujas que se comentaban en las noches de gallofa, los caminos reales, únicas vías de comunicación de aquella época, el traslado del correo en valijas de cuero transportadas a caballo y que recorrían toda la isla. Cómo la gente se desplazaba por los caminos reales que atravesaban la isla de norte a sur y de este a oeste para ir a comerciar por el sistema de trueque desde Tijarafe a Barlovento, Sauces o Santa Cruz de la Palma.
A los 14 años, en 1888, se traslada con su padre a la isla de Cuba en un velero llamado La Verdad, construido en los astilleros de Santa Cruz de la Palma. El autor encontró el diario de a bordo de este velero y describe en sus páginas los aspectos más destacados de la travesía que duro 23 días.
En 1896 le sorprende la revolución cubana por la independencia de España, trabajando en los campos de caña de azúcar y es movilizado por el ejército mambí para que luche por la causa y en contra del ejército español, sus compatriotas. Sobrevive a la contienda y se licencia como un héroe de la revolución cubana, que le supondría más adelante ser reconocido como veterano de la revolución, con la consiguiente paga de una pensión. Se narra con claridad los problemas de conciencia que sufre al tener que luchar en contra de sus paisanos y al no quedarle otra alternativa si quería sobrevivir en el campo de batalla. Por haber luchado en el ejército revolucionario cubano se le puso el apodo de Insurrecto y así se le conocía en Tijarafe cuando regreso: Félix “El insurrecto” y de ahí el título de la obra.
Regresa a la Palma en 1899, conoce a una joven y se casa en 1900, tiene descendencia al año siguiente de casado y se le muere con tres años y no logra más descendencia hasta 1921 en que nace su hija cuando él tenía 48 años, fue su única descendencia. De esa hija nacería el autor de la obra.
Se narra las peripecias que llegó a realizar intentando tener descendencia, llega incluso a la santería.
La obra concluye con su muerte en el municipio de Los Llanos de Aridane en 1955 a la edad de 82 años.
Contado con un lenguaje sencillo y ameno, hace que las 330 páginas de lectura enganchen al lector desde el principio hasta el final.
Toda la historia que se narra está basada en documentación extraída de varios archivos, tanto de La Palma como de Tenerife y de Cuba.
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