Con este tercer volumen se completa la trilogía denominada Los entresijos del destino. Lleva como subtítulo El desenlace.

María inicia relaciones con Humberto, el policía que investigó el intento de envenenamiento de Patricia y Esther. Ricardo Martín continua en prisión cumpliendo su última condena, Es una situación que pasa desapercibida para casi todos sus amigos, excepto para la fiel Laura, su antigua secretaria. También un anterior socio de él, Arturo Hoffmann, que ahora trabaja en una inmobiliaria, le hace una visita para proponerle un negocio que se descubrirá a lo largo de la novela.

María y Humberto formalizan su relación con el matrimonio.

Aparece un nuevo personaje, el padre de Humberto que desvela un secreto bien guardado por Patricia, secreto que, al llegar a conocimiento de María, trae consigo el alejamiento de su suegra.

La vida de Ricardo sufre una transformación radical cuando le ofrecen trabajar para la policía a cambio de la condonación de su pena. A él le parece una buena oportunidad para resarcirse de su maltrecha vida, pero se ve involucrado en un tráfico de estupefacientes que se desarrolla en los túneles de la conocida como Base Naval de submarinos ubicada en el Barrio de la Alegría donde además aparecen personajes relacionados con las FARC colombiana.